by Susana Cruz García
Susana es una estudiante de segundo año en el programa de doctorado en psicología clínica en la Universidad en Albany y becaria de investigación de verano en CEED
Los trastornos de la conducta alimentaria afectan a personas de todas las edades, sexos, razas, etnias, orientaciones sexuales y niveles socioeconómicos [1]. A pesar de que previas investigaciones de los trastornos de la conducta alimentaria demuestran que la comunidad Latinx tiene una prevalencia similar con personas de descendencia Europea [2, 3], la mayoría de los tratamientos e intervenciones carecen de sensibilidad cultural para tratar a esta comunidad. Un estudio epidemiológico realizado en Estados Unidos demostró que la bulimia nerviosa (BN; 0.14%) y el trastorno por atracón (bajo las siglas BED en ingles; 0.40%) prevalecen en personas Hispanas [3]. Desafortunadamente, existen barreras al tratamiento, las cuales pueden ser culturales (p. ej., idioma), sistémicas (p. ej., falta de seguro medico) o estructurales (p. ej., falta de transporte), que impiden a Latinx [4] y otras minorías raciales/étnicas [5,6], de buscar y recibir servicios de salud mental para estos problemas de salud.
Participación familiar en el tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria en latinas
Han surgido importantes iniciativas de integrar valores culturales con el propósito de proporcionar un tratamiento basado en la evidencia que sea culturalmente sensible para personas de diversas comunidades que tengan algún trastorno de la conducta alimentaria. La familia tiene un papel principal en la cultura latinoamericana [7]. Investigaciones de casos y estudios cualitativos han indagado la participación familiar en el tratamiento de latinas con TCA como una forma de aumentar la adherencia y la retención en programas de tratamiento. En general, esos estudios han encontrado que alguna forma de intervención familiar puede ser beneficiosa al trabajar con latinas [8,9,10].

Recientemente, investigadores del Centro de Excelencia para los Trastornos de la Alimentación (CEED en ingles) publicaron resultados de un estudio comunitario [11]. Este estudio, realizado con latinas poco aculturadas (o adaptadas a la nueva cultura) con trastornos caracterizados por episodios de atracón (p. ej., BN, BED), encontró que la adherencia y la retención al tratamiento mejoraron después de incorporar a un miembro de la familia a la terapia cognitiva conductual (TCC). Las 25 participantes adultas fueron asignadas aleatoriamente a dos grupos: individual TCC culturalmente adaptada y TCC más un módulo familiar mejorado (TCC + FM). Ya que se ha dado a conocer que las personas cercanas a individuos con trastornos de la conducta alimentaria padecen cierta carga de estrés, se ofrecieron recursos psicoeducativos y de apoyo en el módulo familiar mejorado de la TCC [11]. Las variables de interés (p. ej., viabilidad y aceptabilidad del tratamiento, síntomas de trastornos de la conducta alimentaria) se evaluaron durante 25 sesiones al comienzo, durante, al final y 3 meses después del tratamiento.
Los resultados de este estudio sugieren que un módulo familiar mejorado en adición a la TCC favorecen la retención y adherencia al tratamiento en latinas con trastornos de la conducta alimentaria. Esta información es fundamental considerando que se ha reportado un porcentaje mas alto de abandono de tratamiento en Latinx en comparación con individuos de descendencia Europea [12]. Así mismo, los investigadores encontraron que ambos grupos evaluaron favorablemente la alianza terapéutica y la satisfacción con el tratamiento. Contrario a lo esperado, los pacientes del grupo individual de TCC, comparado con TCC + FM, indicaron una mayor mejoría en síntomas de TCA a los 3 meses de haber concluido el tratamiento.
Direcciones futuras
Esta investigación de prueba de principio señala un importante paso adelante en la disminución de las barreras al tratamiento mediante el uso de un enfoque basado en la comunidad. Brindar capacitación a terapeutas comunitarios sobre el tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria basado en evidencia puede ayudar a que servicios de la salud mental sean más accesible para Latinx. En general, este estudio indica que el uso de TCC para tratar trastornos de la conducta alimentaria con episodios de atracón es adecuado al trabajar con latinas. Además, la TCC puede ser beneficioso para todas las partes involucradas. Por ejemplo, los familiares/parejas pueden entender mejor qué es un trastorno de la conducta alimentaria y cómo apoyar a seres queridos, y los pacientes pueden sentirse apoyados y responsables durante el proceso terapéutico. Ciertamente, se necesitan mas investigaciones en el tema ya que estos hallazgos tienen una generalización limitada debido al pequeño número de mujeres participantes. Otras direcciones futuras deberán explorar cómo estos resultados pueden aplicarse a hombres latinos. Incluso con estas limitaciones, este estudio proporciona información valiosa que se puede implementar para lograr la retención y el cumplimiento del tratamiento en latinas.
Recursos disponibles para aprender más sobre los trastornos de la conducta alimentaria y cómo ofrecer apoyo a seres queridos:
Manual de los Trastornos de la Conducta Alimentaria
National Eating Disorders Association en español
Visita nuestro sitio web:
Eating Disorders Genetics Initiative en español
References
- Academy for Eating Disorders. Press release. AED releases nine truths about eating disorders. Available from https://www.aedweb.org/publications/nine-truths
- Perez, M., Ohrt, T. K., & Hoek, H. W. (2016). Prevalence and treatment of eating disorders among Hispanics/Latino Americans in the United States. Current opinion in psychiatry, 29(6), 378-382.
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- Reyes-Rodríguez, M. L., Watson, H. J., Smith, T. W., Baucom, D. H., & Bulik, C. M. (2021). Promoviendo una Alimentación Saludable (PAS) results: Engaging Latino families in eating disorder treatment. Eating Behaviors, 101534.
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